Los escorpiones o alacranes son un orden de arácnidos provistos de un par de apéndices en forma de pinza y una cola acabada en un aguijón provisto de veneno. Existen aproximadamente entre 1.400 a 1.800 especies en todo el mund o, y todos son venenosos. Se encuentran de manera preferencial en zonas rocosas, arenosas o en superficies tropicales o desérticas. Algunos pocos trepan a los árboles.
No todos los escorpiones son letales para el ser humano. De todas las especies solamente existen unas 25 de consideración; de especial atención son los escorpiones del género Androctonus conocidos como “escorpiones de cola gruesa”, los cuales son los más venenosos del mundo. De hecho su nombre significa “Asesino de hombres”.
La eficacia del veneno de los alacranes o escorpiones se debe al contenido de una serie de toxinas peptídicas que tienen efectos neurotóxicos y citotóxicos. Las toxinas citotóxicas causan necrosis en los tejidos dejando cicatrices difíciles de disimular. Los efectos neurotóxicos del veneno producen en la víctima fuertes dolores e hinchazón en el lugar de la picadura; luego síntomas de agitación y ansiedad; aumento de la sudoración y la salivación; arritmia del corazón y fluctuación de la temperatura corporal.
Es falso el mito que el veneno de los escorpiones puede matarlos a ellos mismos. Los escorpiones son auto-inmunes a su propio veneno.
En Homeopatía se utiliza el veneno del alacrán azul con fines terapéuticos, con el nombre VIDATOX, para dar tratamiento a tumores cancerígenos, inflamaciones y dolores. También comienza a utilizarse en la terapéutica medicinal tradicional.
Una forma importante de erradicar a los escorpiones del entorno en que viven los seres humanos es atrapar a uno, tomarlo con una pinza por la cola, rociarlo con alcohol y prenderle fuego. Esta acción ahuyentará al resto de los escorpiones. Los escorpiones se alimentan principalmente de cucarachas, razón por la cual, erradicarlas evitará la proliferación de alacranes.